martes, 7 de julio de 2009

Pequeños grandes cambios

Esta última semana pasamos otra vez por el pediatra para darle a Miquel la vacuna rotateq (un caramelito que cuesta 60 €, como siga con estos gustos tan caros...) y nos han dado via libre para empezar con las papillas. Si, ya sé que la OMS aconseja lactancia exclusiva hasta los seis meses, pero a este niño hace quince dias que se le van los ojos detrás de todo lo que nos llevamos a la boca y pienso que eso también hay que tenerlo en cuenta ¿no? Le comenté a la pediatra que estoy tomando un complejo vitamínico específico para la lactancia por que hace una semana que me mareo y me canso mucho. Ella me contesta, por primera vez, que no pasa nada si dejo el pecho ya que cuatro meses están muy bien. ¡UFF! Me siento liberada. Ahora me encanta darle el pecho a Miquel (eso si, con el ventilador a tope) pero es evidente que me siento débil y el niño cada vez pesa mas y esto me preocupa, sobre todo en la toma de la noche. Está claro que me cuesta mas que a cualquiera manipular a un niño por mi discapacidad. Dejar de dar el pecho a los cuatro meses no me parece una renuncia grave.

Las papillas: por el mediodia le doy una de macedonia hecha en casa. Para esta me ayuda mi madre a pelar y cortar las frutas. Se la doy yo en brazos con mucha paciencia aunque a Miquel le encanta la cuchara. La papilla de cereales es facilísima de preparar pero aun es demasiado líquida para dársela en cuchara y hemos decidido dársela en biberón hasta que podamos espesarla mas. Generalmente, se la da su papi.

Bueno, se puede decir que este es el marco perfecto para ir dejando el pecho ¿no? Pues bien, con las papillas, hay dos tomas que desaparecen, aunque algunos días aun pide pecho después de la papilla. Parece que mis pechos aceptan bastante bien este cambio en la demanda. Debería suprimir alguna otra toma con el biberón pero nunca encuentro el momento oportuno.
Ayer le suprimí tres tomas entre papillas y un biberón y antes de acostarme le dí un poco el pecho para que se durmiera (muy poco, acababa de tomar la papilla) y no me pidió hasta las siete de la mañana. Pues bien, me he levantado y tenía la sábana bajera empapada de leche ¡...! ¿No se supone que cuando reduces tomas la leche también se reduce?????????

He tomado la decisión de dejar el pecho por mi salud y por que manejar a un niño de mas de 6 kilos para ponerlo al pecho no es fácil pero no sé como hacerlo. Supongo que será cuestión de mas tiempo ¿no? Es la segunda vez que mi decisión de dejar el pecho desemboca en una mejora en la lactancia materna (el niño mama con mas ganas) ¿Ironias de la vida?

Antes yo era un hacha para dormir al niño, en seguida se quedaba dormido en mis brazos o en mis pechos. Ahora ya es cuestión de pura suerte. A Miquel le cuesta mucho coger el sueño (menos mal que cuando se queda dormido por la noche ya no se despierta si no es por hambre). Es desesperante estar media hora canturreando esperando ver esos ojitos cerrarse y cuando al fin se cierran se vuelven abrir acompañados de una amplia sonrisa y ¡vuelta a empezar! Me encanta la sonrisa de mi hijo pero a las once de la noche...

Hoy ha llegado la cuna cama. Para bajar la barandilla hasta el fondo hacen falta las dos manos a la vez pero Jordi ya me hará un apaño para que lo pueda hacer con una mano. Como Miquel seguirá en nuestra habitación hasta agosto, aun hay tiempo... Afortunadamente el moises aun puede pasar hasta el cambiador, así que eso tampoco ha cambiado. Sigo sin bajar el colchón del moises, Miquel aun necesita ayuda para sentarse pero ya es cuestión de días.