domingo, 1 de noviembre de 2009

El terremoto Miquel

Y nosotros preocupados por que el niño no gateaba hacía delante... De repente, empezó a hacerlo hace una semana mas o menos y no hay rincón de la casa que no explore, ni punto de apoyo que no experimente para ponerse de pie. Así que voy como loca detrás de él con una silla de ruedas de escritorio y en caso de descontrol, lo subo al regazo y lo pongo a salvo.

El andador sólo le gusta para breves periodos de tiempo pero me salva a la hora de colocar la cocina, poner el lavavajillas o cualquier faena mundana por que si no ya lo tengo detrás mío intentando meter las narices en el lavavajillas o cubo de basura ¡y eso no puede ser! No debe de entrar en la cocina. Así que para trasladar al niño casi siempre lo cojo en brazos en la silla de escritorio, o bien (ahora que ya es un gateador nato) le llamo y me sigue ¡es genial! pero así corro el riesgo que encuentre algo con lo que jugar y desvie su trajectoria.... A la hora de dar la papilla, lo meto en el andador y también me ayuda mucho.

Este niño tiene una energia inagotable, pocos días duerme la siesta y, cuando la duerme, es a las seis de la tarde. Hemos probado todo, a veces, hay suerte y duerme en su cuna pero otras veces lo meto conmigo en la cama y, antes de quedarse dormido (si es que se queda) bota incansable sobre mi estómago, higado, costillas.... (¿lo hace para que no eche de menos el embarazo?). Todo un show. Ya no me tira las gafas, me las coje con una precisión absoluta y ¡se pone a jugar con ellas! Y quitáselas...

Realmente, es algo testarudo, le encanta jugar con todo aquello que no debe (papeles, cables, teléfonos...) y los juguetes, ahí están abandonados. En fin, todo el día detrás de él.

No sé si recordais que por la noche no me pide pecho desde hace meses. Ahora pide pecho aunque coma mas que nunca y, claro, ya se queda en nuestra cama... No me parece mal hacer colecho pero me resulta algo incómodo. Estoy leyendo el "Bésame mucho: cómo criar a tus hijos con amor " que es defensor del colecho hasta los dos años. El método estivill es una barbaridad. Ni tanto ni tan calvo... No sé, parece que no le gusta su nueva cuna. Lo malo es que tuvimos la "genial" idea de comprarle una cuna-cama, o sea, inamovible.

Seguimos utilizando la mochila Sarobaby por que el cinturón de silla es seguro pero le falla que no tiene sujeción entre las piernas del niño. Ya sé que dije que no era problema por que el niño se sienta perfectamente, pero aunque no ha corrido ningún peligro real prefiero ir a lo seguro. Voy a coser un gran trozo de tela a la parte central del cinturón para pasarsela entre las piernas y atarla a su espalda. Así iré mucho mas tranquila aunque el niño se mueva y salte.