lunes, 19 de julio de 2010

¡Tetaagua!

Es lo que se oye a grito pelado en la habitación de Miquel el domingo a las seis de la mañana. Hemos tenido suerte, nos ha dejado dormir 7 horas seguidas. Pero ¿quiere teta o quiere agua? Suponemos qu ni él mismo lo sabe y para asegurarse el tiro... Primero, acude el padre con el agua pero parece que el niño espera que vaya la teta. Después de mamar es imposible dormirlo, así que ¡todos en pie! Por que ya he renunciado al colecho.

El viernes me negué a volverme a levantar por la noche y le pedi a Jordi que me lo trajera a la cama para hacer colecho ¡Madre mía! Entonces recordé por qué dejamos de hacerlo: Miquel mamó pero sin parar quieto un segundo, poniéndose de rodillas, aplastándome el estómago, el cuello... Total, que lo llevamos a su habitación super excitado y costó horas volverlo a dormir. Y yo que pensaba practicar colecho en vacaciones para descansar...

Hemos sobrevivido a la aventura de la piscina. A pesar de la noche en vela, decidimos no cambiar los planes. Vamos todos contentos a la piscina con el churro y el flotador para bebé y nos dicen que está prohibido tanto lo uno como lo otro. Sólo se aceptan manguitos o cosas pegadas al cuerpo... Les explico que los manguitos no aguantan peso de adulto. Al final, me dejan pasar el churro pero al niño no le podemos poner el flotador.

A ver, entiendo que deban controlar que el agua se llene de churros, colchonetas... ¿pero un flotador de bebé??? Total, nos metimos en la pequeña, en la parte honda y pude nadar un poco con el churrito pero Jordi tuvo que ir con el niño a pelo, que se lo pasó pipa, por cierto... Lo cierto es que mi churro molestaba a los demás al estar en la piscina pequeña pero ya me he comprado un conector que lo convierte en flotador y queda más pegado al cuerpo.

Le hemos comprado unos manguitos al niño y este sábado iremos a la grande. Yo iré segura con mi churro pero me da cosa ponerle a un niño tan pequeño sólo los mánguitos por que no permitan el flotador. Quizá le compre un cinturón de spaguetis. Miquel pesa unos 13 kilos.

Miquel ya controla el tema de los tirantes y va de paseo conmigo muy bien aunque se distrae con cualquier cosa.