viernes, 17 de diciembre de 2010

Cajita de recuerdos

Quizá con un niño de 22 meses sea algo pronto pero he empezado a guardar sus cositas con cariño. Son recuerdos que no quiero que se olviden. Tengo la ventaja de tener el libro ya editado pero aun así hay cosas muy íntimas y personales.

En esa caja he metido un album con las ecografias, ese primer chupete que le dieron las enfermeras del hospital sin mi consentimiento, el album de fotos que le hicieron en el hospital (por el "módico" precio de 30 €), el primer "juguete" que le entusiasmó (una caja de gomilonas vacía), postales y calendarios que le hemos hecho... Me falta localizar el CD de Eurovisión 2008, nos guste o no, fue la banda sonora de sus primeras horas de vida. También las canciones que le ponía en la tripa... La caja es grande pero pronto se quedará pequeña.

Y es que es increible todo lo que hay que recordar, todo lo aprendido y todo lo disfrutado. Los asngustiosos inicios de la lactancia que auguraban una lactancia marterna corta y ahora resulta que Miquel se engancha a la teta a la más mínima ocasión. El buscar las maneras de hacer las cosas lo más simple posible...

Vaya, parece que las Navidades me ponen melancólica.