lunes, 19 de diciembre de 2011

Un deseo por navidad

Se acercan las fiestas de Navidad aunque este año pasan medio desapercibidas por caer en fin de semana. Menos mal que en Cataluña tenemos Sant Esteve… Miquel ya está viviendo en la guardería la tradición del Cagas Tió y este año tiene uin Caga Tió de verdad en casa de los abuelos…

Pero este post no va hablar de nosotros, ¡por fin! Realmente, ya me empiezo a sentir un poco voyeur de la vida de mi hijo y me gustaría ampliar la temática del blog. Cuando lo cree y puse el título añadí la siguiente explicación “Web en español sobre el diario de mi embarazo y con el propósito de dar luz al tema de la maternidad vista por mujeres y hombres con discapacidad física o sensorial. Tenemos el derecho a ser padres y el deber de amar y proteger a nuestros hijos.” Creo que ha llegado la hora de abrir este blog y dar luz a otras experiencias de maternidad adaptada por que las hay y muy merecedoras de ser contadas. Esto es lo que podréis encontrar en Diario de una mamá canguro que ya está en proceso de edición, pero a lo que iba…

Me han pedido ayuda para difundir esta gran injusticia y conseguir apoyo para combatirla. No lo he dudado ni un momento y aquí os explico el caso para que se difunda:
Al haber juicio de por medio, he de omitir el nombre real de las personas implicadas. Rafa tiene una lesión medular que le inmoviliza las piernas. Utiliza silla de ruedas pero esto no le impidió ser padre y cuidar de su hijo desde que nació ya que su mujer trabajaba y él no. En 2008, cuando su hijo tenía 2 años, solicitó el divorcio a su mujer. Esta lo acusó falsamente de malos tratos y fue absuelto. No siendo suficiente, en el juicio de divorcio esta señora pidió su casa (propiedad de Rafa, hipotecada y adaptada para él), una pensión de 600 euros, y el menor contacto posible del nene con su padre dada la paraplejia que tiene (TODO ELLO LE FUE OTORGADO).
En otoño del 2009, desesperados sin dinero, sin casa, con deudas, con más denuncias de su ex mujer, con la frustración de la injusticia Rafa decidió irse a América con su nueva esposa por un tiempo mientras se calmaban las cosas, tuvo que incurrir en dos nuevos procedimientos judiciales para poder pasar con su hijito las vaciones del 2010 y para que se lo pasaran al telefono mientras se encontra lejos, ya que su ex nunca se lo puso al teléfono hasta que no fue obligada por la ley a hacerlo. Solo hasta junio del 2011 cuando se aprobó la ley Valenciana de custodia compartida, volvieron en búsqueda de JUSTICIA E IGUALDAD. Emprendieron una lucha con otros padres (hombres) alejados de sus hijos y convertidos en cajeros automáticos, fundaron una asociación:

http://www.alicantecustodiacompartida.com/

Actualmente la ex de Rafa no trabaja, vive con una nueva familia (nuevo esposo y un segundo hijo) en la casa que Rafa sigue pagando al banco. Ella cobra ayuda familiar de 500 euros y otros casi 500 de pensión de alimentos que mensualmente Rafa le manda, tiene colegio y medicinas para el niño gratis y el derecho a que le otorguen abogados de oficio, (por lo menos ya no cobra la ayuda por “mujer maltratada) y Rafa ha logrado comprobar que su hijo no tiene ningun gasto extraescolar pese a que el niño reiteradamente manifiesta su interes por las actividades ludicas como karate, bici mbx etc.

Han recurrido a los servicios de justicia, sabemos por fuentes informales que además de la discriminación sufrida por conceptos de género, Rafa ahora podria ser víctima de discriminación por discapacidad ya que se duda de sus capacidades para cuidar al niño que en enero 2012 cumplirá los 6 añitos. O sea, cuando nació era perfectamente capaz de cuidar de él porque su entonces mujer trabajaba y ahora es incapaz de atender a un niño de 6 años que ya tiene pleno conocimiento de la situación y adora a su padre ¡por favor, un poco de coherencia!

Rafa y su mujer necesitan ayuda con informes profesionales, abogados especialistas, asociaciones de ayuda económica, contactos con medios de comunicación para que aborden seriamente este caso tan aberrante o cualquier testimonio de padres y madres con discapacidad que cuidan perfectamente de sus hijos (el mío ya se lo ofrezco desde ya) que les puede servir para presentar delante del juez. Cualquier información que sirva para sustentar que las capacidades para ser buen padre radican en el corazón y en la mente. Intentemos proteger de la discriminación a los pequeños hijos de padres discapacitados quienes merecen, como mínimo, los mismos derechos que el resto de los niños. Vale la pena destacar que el niño adora a su padre y jamás ha sufrido daño alguno mientras ha estado bajo su cuidado (que además realiza muy bien y sin ayuda de nadie)

Si alguien puede ayudar en algo, por poco que sea, se puede poner en contacto conmigo (selene_gil@yahoo.es) y yo les daré los datos de contacto de esta familia.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Aventuras de alcoba

Lamento esta desaparición tan larga pero es que en este mes han pasado muchas cosas. Hemos estado invadidos por virus estomacales y constipados varios todos los miembros de la casa. Miquel ahora se está recuperando de su primera otitis y yo de un constipado persistente.

Este último mes Miquel ha empezado a ir a piscina una vez a la semana. Va con su abuelo ya que la guarderia tuvo el detalle de buscar un gimnasio con mil escaleras. Pero algún día me lo montaré para ir a verle nadar. Miquel va feliz a la piscina ¡le encanta el agua! Ese día se queda sin siesta o la hace en el coche de vuelta. Últimamente las siestas las hace connmigo en mi cama, en el sofá del comedor o en su futura cama. No hay sitio fijo.

Al estar malito, con fiebre y mucha tos, hemos decidido que duerma com nosotros en nuestra cama. Tenemos más que comprobado que cuando duerme solo tose y se destapa y cuando duerme al lado de uno duerme tranquilamente. Si, lo sé, dejamos de practicar el colecho por que el niño no se estaba quieto pero al estar k.o. por la fiebre durmió sin problemas. Los problemas los tuvimos nosotros que nos encontrábamos super estrechos. Particularmente yo, creo que no estoy hecha para el colecho. Estoy acostumbrada a dormir sobre el lado derecho y si lo hago mucho tiempo sobre el lado izquierdo para dormir de cara al niño, acabo con un dolor de espalda impresionante. Otro problema es que debería dormir completamente recta para ocupar menos sitio en la cama y eso me es muy complicado. Pasamos la primera noche con miedo de caernos de la cama. La segunda noche, Jordi desertó y se fue a una cama individual. El niño estaba mucho mejor y me costó algo dormirlo pero la clave está en no hacerle mucho caso y decirle que hay que dormir. Estando todo a oscuras, el niño acaba por dormirse. Intento que no mame y le doy la espalda por lo que he explicado antes. Me gusta que aprenda a dormirse sin la teta aunque duerma con mamá. Con el constipado que llevo encima lo que menos me apetece es descubrirme el pecho. Si, ya sé que existen camisetas de lactancia pero yo no tengo ninguna después de casi tres años por que como lo voy a dejar ya... Al dormir los dos solitos en la cama grande dormimos de fábula. En la tercera noche, el niño ya estaba bastante mejor y su padre lo deja dormido sin problemas en su cuna. No hay planes de colecho pero una vez dormido el niño empieza a toser, toser y toser ¡A la cama con los papis! Esta vez el niño se espabiló demasiado y a pesar de apagar las luces, Miquel no callaba "papa,papa,papa,papa" P:"¿Quéeee?" M:"¿Te encuentras bien?" P:"Si, ¿y tú, te encuentras bien?" M:"siiiiiiiiiiii!" P: "pues a dormir" M: "NO QUIERO DORMIR,NO QUIERO DORMIR, NO QUIERO DORMIR!" Y así media hora hasta que se quedó dormido. No sé muy bien por qué pero esta vez descansamos mejor a pesar de dormir los tres apretujados.

Esperamos sacarnos pronto estos virus de encima, Miquel ya ha mejorado mucho aunque es un suplicio darle la medicina.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Diario de una mamá canguro. Manual de Porteo adaptado

Por fin ha adquirido forma mi nuevo hijo de papel. Después de meses de trabajo, doy por finalizada una obra que considero muy importante. Maternidad adaptada fue una revelación por que en ella contaba la experiencia de mi embarazo. No existía anteriormente literatura sobre este periodo tan importantte vivido por una mujer discapacitada.

El embarazo solo es el inicio, el boceto donde vas imaginando como será tu vida como madre. Pero cuando llega esa criatura, la realidad supera con creces tus perspectivas y, en ocasiones, te desborda. En este nuevo libro cuento como hago frente a los cambios que experimento en mi vida y en mi interior conociendo y cuidando de mi hijo. Sin duda, es una experiencia maravillosa que te ayuda a crecer como persona pero no deja de ser un shock para una persona que ha sido sobre protegida toda su vida por su discapacidad.

Diario de una mamá canguro. Manual de porteo adaptado es un libro mucho más ambicioso que un simple diario. Ya que relato las alegrias y los problemas que encuentro en el cuidado de mi hijo pero además doy claves para facilitar el cuidado y el porteo de un bebé a pesar de mi discapacidad. Ideas que pueden resultar de interés a cualquier madre o padre tenga o no discapacidad.

No falta la crítica social a problemas cotidianos con que nos encontramos a diario las personas con diversidad funcional. Una crítica irónica a barreras que pasan desapercibidas para el resto de la sociedad.

Diario de una mamá canguro. Manual de porteo adaptado.

Diario de una mamá canguro. Manual de Porteo adaptado ya está en Facebook.

jueves, 13 de octubre de 2011

Ensayos de colecho

Si, ya sé que hace más de un año renunciamos a practicar colecho con Miquel pero hemos vuelto a intentarlo. ¿Por qué? Por que es una manera de ganar tiempo, de descansar algo mientras lo duermes, en teoria.
Algunas tardes se queda dormido conmigo en la cama mientras mama viendo los dibujos y es una experiencia muy bonita que me ha animado a volver a intentar el colecho. Otras tardes, en cambio, he de traerlo al comedor para dormirlo en brazos y dejarlo con cuidado en el sofá por que en la cama no se está quieto.
Su cama aun tiene el colchón de 120 y podríamos ponerle uno de 150 o transformar la cama en una cama normal de 1'90 pero en su maravillosa habitación no cabría. En otra habitación tenemos una cama abatible de 90 x 1'90 y allí hemos hecho ya alguna siesta juntos. Unos días se queda dormido sin problemas y otros da cincuenta mil vueltas hasta que me lo llevo al comedor, lo cojo en brazos y le bloqueo literalmente para que así duerma rápidamente.
El colecho es una maravillosa practica que ayuda a descansar a toda la familia, en teoria. En nuestro caso, no. Dos noches que lo he intentado dormir conmigo en esa cama me ha costado horas conseguirlo. El niño no para quieto, quiere jugar. Y cuando consigo, al fin, que se concentre en mamar (paso previo a dormir) Miquel mama y gira todo su cuerpo sin dejar el pecho, de manera que acaba adormilado al lado del pecho pero cabeza abajo ¿y ahora como lo tapo y me tapo yo? Intento girarlo, con lo cual se despierta y se cabrea ¡Vuelta a empezar! Vuelve a mamar y en cuanto empieza a girar, le bloqueo y se enfada. Al final consigo que se duerma en la posición correcta pero con todos estos bailes estoy segura de que hubiera sido más fácil dormirlo en brazos. Una verdadera pena.
Aun no lo pasaremos a la cama grande pero intentaré que duerma alli las siestas. En esa habitación no hay tele ni la habrá, no me gusta que el niño se duerma viendo la tele pero realmente resulta útil para que el niño se quede quieto.


miércoles, 28 de septiembre de 2011

Adaptación superada

Hoy Miquel ha pasado la revisión de los 30 meses sin problemas. Está muy alto y fuerte. En la guardería es feliz aunque no fue tan fácil como presagiaba el último post.
Cuando el niño supo que ni mami ni el abuelo volverían hasta dentro de tres horas lloraba, pedía teta y caca para que lo cambiaramos allí y así nos quedaramos más tiempo. En la guardería no lo puedo cambiar yo por que el cambiador está demasiado alto. Siempre lo cogía la "señorita" en brazos por que se aferraba a mi silla para que no me fuera y quedaba llorando. Era duro, si. Así fueron tres días seguidos pero cuando lo recogía el abuelo estaba feliz y no quería dejar de jugar. El jueves lo llevé temiendo el berrinche pero el niño simplemente se quedó de pie, quieto y haciendo pucheros. El viernes me dió un besito y se puso a jugar. Realmente, ha sido más rápido de lo que yo pensaba. Al principio, cuando lo subía a mi silla me decía "al cole,no ¡al parque". Ahora cuando lo cojo me dice "vamos al cole" (aunque sea por la tarde y vayamos simplemente de paseo). En su clase aun hay niños que lloran por sus papás y él está feliz.
Ahora empieza a comer él solito muchas comidas variadas pero le cuesta probar cosas nuevas. Es mejor no insistir demasiado y empezar a darle aquello que le gusta primero y después come muy bien. También ha empezado a pedir pipi una vez al día más o menos ¿el truco? Dejar de ponerlo sistemáticamente.
Creo que lo mejor es no forzar nada y dejar que el niño explore y pida. A veces nos complicamos la vida nosotros solos.


jueves, 15 de septiembre de 2011

El poder de la rutina.

Hoy es el cuarto día de guardería de Miquel y creo que ha sido un cambio positivo para todos. Me parecía imposible levantarlo tan pronto, llegar a tiempo, dejarlo allí... Pero todo ha sido más fácil de lo que imaginaba.
El niño debe entrar a las nueve, así que para que nos de tiempo a todo: teta, jugar, vestirlo, papilla y tele, lo despierto a las ocho menos cuarto. unos días me cuesta más y otros menos pero procuro que a las ocho deje la teta para empezar a vestirlo jugando con él. Despues le doy la papilla que he hecho mientras desayunaba (yo me levanto a las siete) viendo la tele en el comedor. A las ocho y medía llega mi padre y lo lava mientras yo recojo un poco los cacharros del desayuno. Y salimos. Últimamente, Miquel tiene mamitis-tetitis-aguditis en la calle, así que así vamos al cole. Pero a la que ve la puerta del colegio, se baja y entra corriendo. Estos tres días me he quedado con él un ratito y cuando me despedía por poco tiempo me daba un besito y seguía jugando feliz. Ayer estuvo hora y medía solo y quedó contento. Hoy le toca quedar dos horas y quedó lloriqueando por que se acordó de la teta cuando ya me iba. Es duro pero el niño sale feliz de allí y ayer por la tarde decía palabras nuevas.
He pensado en llevarlo yo y que lo recoja el abuelo por que así junto las horas para trabajar aunque me toca la parte negativa del asunto (dejarlo alli) Espero que siempre vaya contento como hasta ahora.
Al levantarse pronto es más fácil que haga la siesta aunque la sigue haciendo tarde. Estoy acostumbrándolo a dormir en el sofá del comedor, lo duermo allí por que no podía ser lo de dormirlo en la calle ahora que empieza el frio. No me cuesta mucho ya que el niño madruga.
Estoy contenta con que el niño vaya a la guardería. Lo que me preocupaba algo es que parece que el niño se ha vuelto mucho más dependiente de mí. Solo quiere los brazos de mamá o de papá pero ¿por qué me he de preocupar por eso? Está viviendo un cambio importante y es normal que busque ración extra de cariño. Que el niño no anda nada... ¡pero si no para quieto en todo el día! Creo que es solo una etapa más, cualquier día no querrá que lo coja así que he de aprovechar. No creo que esto sea malcriarlo. Malcriarlo sería responder a sus berrinches por querer algo que no puede ser concediéndoselo. pero un abrazo es gratis y gratificante ¿por qué se ha de negar?
También es verdad que me encanta que vaya a mi ladito caminando. Los tirantes los hemos olvidado por que cuando va a mi lado me da la manita. Creo que la confianza hace milagros y este niño es muy listo. Aunque eso de ir de la manita solo lo hago si voy sola en aceras muy anchas o plazas para que me dé tiempo a reaccionar en caso de descontrol. Pero al poco rato se vuelve a subir a mi regazo.

martes, 30 de agosto de 2011

Nuevos retos: trabajo y guarderia

Hace días que quiero escribir pero apenas tengo tiempo. La última semana de vacaciones fue bastante productiva: Hemos arreglado un poco la casa, hemos ido a la piscina y Miquel ya nada sin problemas con los manguitos y hemos desmontado su cuna cama para convertirla en cama, mesita y escritorio. El derroche de dinero que supuso en su día no ha salido a cuenta. Si, ha quedado muy mona la habitación con su mesita de noche y la cama de 1'40 pero eso mismo lo podíamos tener por menos dinero... En fin, que la habitación parece más amplia al no tener los altos barrotes en medio. Miquel sigue teniendo su barrera de cama igual que antes más la mesita de noche. Ahora solo ha quedado el cabezal, así que el niño debe dormir al revés de como lo hacía hasta ahora por mi comodidad. A él le ha encantado este cambio, la duda estaba en como lo acostaría yo en caso de tener que hacerlo (cuando hace las siestas, lo dejo en el sofá del comedor y por las noches lo duerme Jordi).
Ahora he emppezado a trabajar desde casa para una ONG. Estoy muy contenta, me encanta mi trabajo y ya hacen falta más ingresos, ya... El teletrabajo es la mejor opción para mí, para atender al niño, por no tener que viajar cada día con el transporte tan bien adaptado que hay. Y el trabajo que realizo es realmente interesante. Pero, siempre hay un pero, trabajar desde casa requiere una gran dosi de concentración y de organización. Cuando vas a tu trabajo y piensas "¡cachis! no he puesto la lavadora! no es algo que te impida concentrarte en tu trabajo. Con el trabajo en casa es algo más díficil. Aprovecho para trabajar sobre todo cuando el niño está en el parque por que a la que me ve al ordenador me pide que le ponga videos de Luis Cobos en Youtube. Si, seguimos fascinados por la batuta. A veces me pide "caballos", videos de caballos bailando. Viendo que me acatapara el ordenador y que yo necesitaré irme a la biblioteca algún día para trabajar, me he comprado un portatil ¡Por fin! Es pequeñito pero ya me apaño. Además, también tengo pendiente acabar mi libro donde entrevisto a Carlos González y Gemma Guillamón. ¡Muchisimas gracias!
Ahora me siento algo agobiada, Miquel empieza la guardería en 12 días y no sé como me lo voy a hacer para levantarlo tan pronto. Últimamente hace las siestas muy tarde y dormirlo por la noche es cuestión de hora y pico. Ayer Jordi se rindió a las doce de la noche y lo relevé yo. Realmente, el niño no quería dormir. A la una se quedó dormido en mis brazos y ahí estaba yo: con el niño en brazos planeando como ponerlo en su cama correctamente. Al final opté por pasarle las piernas a la cama y sentarlo en ella para después empujarlo suavemente hacía su almohada ¡y salió bien! ¡Prueba superada! A pesar de eso, hoy lo he despertado a las nueve para mantener un horario. Tenía dos opciones: dejarle sin siesta o intentar que la hiciera antes. Como siempre se queda dormido cuando lo saco a la calle a las cinco, hoy he probado de sacarlo a las tres y media por la sombrita. Miquel no quería salir a la calle, estaba super activo pero cuando lo conseguí subir a mi regazo el niño se cogió a la teta y en cinco minutos ¡dormido! Ahora está dormidito en el sofá donde lo he dejado al llegar a casa. ¡Un truco excelente! Si, se desmorona mi plan de "fuera de casa no hay teta" pero tenemos un horario más coherente. A las cinco lo despertaré.


sábado, 13 de agosto de 2011

Verano de aprendizaje para mamá

Mi deber como madre es educar y enseñar a mi hijo pero es curioso como muchas veces pienso que pasa justo lo contrario: mi hijo me enseña grandes lecciones.
Llevo meses con la firme decisión de dejar el pecho, la proximidad de septiembre y la guardería me puso nerviosa y escuché atenta los trucos que hay para quitar el pecho rapidamente sin respetar los deseos del niño. Curiosamente, a tu peluquera y a tu vecina esa estrategia le fue de fábula y su niño enseguida superó el "trauma". Pero no es correcto y es cruel. Miquel ha tenido una infección dde garganta que le quitó el apetito e incluso se negaba a mamar. Creí que era un buen momento para dejar el pecho pero resultó el peor por que en cuanto mejoró un poco seguía sin querer comer pero no se separaba de la teta. Hemos vuelto al pediatra cansados de pelear con él para que coma y nos dieron un jarabe que abre el apetito. El niño no ha perdido peso, así que la cosa no es grave. Por primera vez, un pediatra me dijo que no era buena idea dejar el pecho ahora y que esperara ¡un añito más! Con la entrada en el cole será más fácil, en teoria. ¿Un año más? La verdad es que ya me parece mucho tiempo pero iremos haciendo...La idea de darle un jarabe nos pareció buena aunque nos abvirtió que sería lento. Debíamos dárselo por las mañanas. Pronto descubrimos que fue un error, Miquel no quiere jarabes ni con jeringuillas, no quiere ni probarlos aunque sean dulces. El intento de dárselo resultó desastroso: llanto y pataleta. Pensamos que si iba a ser así cada mañana, el niño acabaría odiando la trona e iba a ser peor el remedio que la enfermedad. No le hemos dado el jarabe pero si estamos variando más su comida. La papilla y los yogures le cuestan, así que se lo sustituimos por bocadillos de pan de molde con queso, salami o nocilla. Hoy le hemos dado melón con jamón y ha dejado el melón solito en el plato, tonto no es. El problema es que es casi imposible que pruebe cosas nuevas.
El aprendizaje de ir al water no es nada productivo si el niño no va contento y la costumbre "lógica" de ponerlo nada más levantarse solo conseguía hacerlo llorar. Si mama un poco antes va feliz e incluso ¡Hace pipi!
Estos días hemos hecho salidas. Después de leer esta entrada en el blog de una amiga sobre Port Aventura tenía pendiente ir a ver Sésamo Aventura. Port Aventura siempre nos resulta cansado pero hicimos el esfuerzo. Miquel iba conmigo en la silla o a caballito de su padre. La parte nueva de Sesamo Aventura relmente es preciosa. Lástima que la encontraramos atiborrada de gente. Vimos el espectáculo y a Miquel le entusiasmó, se hizo fotos con Elmo y subió a aquello en lo que no había cola. A la hora de comer fuimos a la Mediterranea, siempre hemos comido de fábula en el Far West pero pensamos que sería más económico allí (no lo fue) Al niño le pedimos unos nuggets de pollo que se negó a comer, cuando los probé yo para demostrarle lo buenos que estaban le dí toda la razón al niño y le compramos un bocadillo de queso que fue comiendo cuando despistaba la teta (La operación "en la calle no hay teta" vuelve a fracasar). Durmió la siesta en mis brazos mientras veíamos los bailes de la Polynesia.
Resumiendo: Todos los propósitos que me propuse en la entrada anterior no se pueden llevar a cabo pero no me siento fracasada. Creo que estaba equivocada en mi planteamiento. El niño es el que marca el ritmo de los cambios y así debe ser. Ahora desmontaremos su cuna para convertirla en cama, creo que ese cambio si le gustará. El mayor problema que implica esto es que el niño debe cambiar la orientación a la hora de acostarlo pero como las siestas (cuando lo acuesto yo) las hace en el sofá o encima mío... Y si alguna noche lo he de dormir yo a media noche ya me las ingeniaré para acostarlo. Sería maravilloso dormirlo sin teta y en su cuna, pero todo llegará. Niviuk tenía razón.
Miquel me ha vuelto a enseñar como un buen maestro.

lunes, 18 de julio de 2011

Verano de aprendizaje

Julio ha empezado con las fiestas de la ciudad y con piscina. Tres días de fiesta con conciertos, actividades infantiles, cochecitos… Miquel se ha montado en todos los carruseles que ha encontrado y si el coche tenía campana para tocar era su elegido. El último día se atrevió con las sillitas exteriores del tiovivo. A pesar de la cara de susto de la primera vuelta, después reía como el que más. Todo esto ha supuesto que hemos estado en la calle hasta muy tarde y mi plan de “en la calle no hay teta” era inviable en esas condiciones ya que al ir yo con la silla no llevábamos carrito de niño y acababa encima de mí cuando se cansaba de andar o de ir a caballito de su padre y, en ocasiones, tenía hambre. Hemos montado varias veces en autobús, a Miquel le encanta este transporte. Ahora que las rampas son manuales, no supone ningún estrés subir al autobús. Evidentemente, dentro del autobús va encima de mí atado en el portabebé y mi silla está bien bloqueada.
Ya hemos ido a la piscina tres o cuatro veces pero lo sorprendente es que el segundo día ya Miquel se ha lanzado a nadar solito con los manguitos y ya no quería ni que lo sostuviera su padre “¡quita, quita!”. El último día hasta me remolcaba a mí tirando del churrito… Y es que este niño aprende todo con mucha rapidez, a excepción de ir al wáter. Detesta que lo pongamos allí y yo no puedo hacerlo sin su colaboración. Este verano nos quedamos en casita, espero que esto facilite el aprendizaje. No sé, a veces me siento perdida entre tantas cosas pendientes: queremos que Miquel aprenda a dormirse en su cuna y no en brazos, dejar el pecho, que vaya al wáter, que se porte siempre bien en el parque con los niños… Y es que ser madre no es nada fácil: los valores y la educación de una personita dependen de ti y a veces no sabes cómo hacerle llegar el mensaje. Miquel es bueno, todos los niños lo son, solo hay que estar muy pendientes de marcarle los límites en el momento adecuado y con la firmeza adecuada. La justa para que entienda que es importante lo que le estás diciendo y que lo asimile como algo natural y divertido (ir al wáter, compartir juguetes…). Algo bastante complicado.

lunes, 27 de junio de 2011

Una desición díficil

A finales de marzo decidí empezar el destete de Miquel paulatinamente, negándole tomas y teniendo paciencia. Me puse en contacto con una asesora de lactancia para hacerlo bien pero no ha dado resultado.
Deseo retomar de control de mi cuerpo y no sentirme una máquina expendedora. Siguen habiendo momentos dulces de lactancia cuando quiere quedarse dormido pero la mayoría son movidos, inesperados e impetuosos. Y esa impetuosidad me puede hacer perder el equilibrio. He intentado negar, no ofrecer... Pero siempre salgo perdiendo yo en la negociación. Con esta mentalidad fui al ginecólogo, decidida a pedirle las pastillas que cortan la leche. La actitud del ginecólogo y su enfermera fue de comprensión total por que ya era demasiado tiempo dando el pecho. Me explicaron como funcionban las pastillas advirtiendome que no servían de nada si el niño volvía a succionar. Obviaron mi comentario de no saber como explicárselo a mi hijo. Salí de allí aliviada, quería dejar el pecho y tenía la solución en mis manos. Un par de días malos y ya está e impedir todo contacto tetil con mi hijo y ¿Como hago yo eso? Ahí empezó mi dolor de cabeza.
¿Cómo duermo al niño? ¿cómo juego co él con miedo de que se acuerde de la teta? La cabeza me iba a explotar. Decido mirar el prospecto de las pastillas maravillosas e indica que solo funcionan después del parto ¿? Miro foros, escribo en ellos, me desahogo: No quiero ser considerada mala madre por querer dejar el pecho. La clave está en que lo deje el niño pero ponerse algo repelente en los pezones no es eticamete correcto. Me confirma mis peores sospechas una asesora de lactancia y varias madres: las pastillas me serían inútiles a estas alturas. Sigo atrapada en una lactancia sin fin. Aunque puede que no tanto como yo piense: el niño hace tomas cada vez más cortas (incluida la de la mañana). He estado avisándolo bastante tiempo, ha llegado la hora de negar rotundamente. Y he encontrado una frontera clara: En la calle, no y en casa, si. Asi que por la tarde salí a la calle armada con determinación y un biberón. Antes de salir de casa le expliqué la nueva norma. Paseamos con los tirantes sin problema hasta que se acordó de que quería teta, negársela me costó mucho fisica y moralmente hasta que se entretuvo con un juguete. Pero lo había conseguido: Le estaba demostrando que en la calle ya no hay teta por mucho que se empeñe. Aun sigue pidiéndola pero cada día el berrinche dura menos. Es practicamente imposible hacerle beber aalgo que no sea agua pero ha probado la leche de almendras y le gusta. Le llevé un biberón a la calle, ya sé que es muy grande para tomar bibe y, de hecho, hace meses que no utilizaba uno, pero fue la manera que encontré para asegurarme de que no la tiraba.
En casa, debería decirle que la teta es caca y que es para niños pequeños según algunas madres que han dejado el pecho. Pero el argumento de que es "caca" me parece poco creíble así que utilizo el segundo. Cada vez que me pide teta le hablo bajito y me pongo el dedo delante de los labios. Él me imita y se rie. Tomar teta se ha convertido es nuestro secreto dentro de casa. No me avergüenzo de dar teta a mi hijo "tan mayor" pero con esta excusa evito posturas incómodas en la calle, comentarios fuera de lugar y voy reduciendo tomas, que de eso se trata... Ya están avisados mis padres de que si puedo controlar la situación en la calle, no actuen pero si se pone muy cabezón lo cojan ellos para evitar que mame. Hoy mi madre ha logrado quitarle la idea con un caramelo, no es algo que se deba hacer siempre pero funciona.

jueves, 16 de junio de 2011

Yo porteo, tú porteas, él portea....

Llevo desconectada del blog demasiado tiempo. Por dos motivos: Primero por que Miquel se resiste a hacer la siesta. Casi siempre la hace pero muy tarde o se queda dormido cuando ya lo cojo en mi regazo para salir a la calle. El segundo motivo es que el poco tiempo que me deja lo dedico a escribir. Si, quiero terminar mi segundo libro sobre maternidad. Era un trabajo que lo tenía algo parado por que se nutre del blog y ya veis como está este. No sé como finalizarlo, me encontraba estancada.
Pero tuve una buena idea: Elaborar un apéndice sobre porteo: Historia, tipos, maneras... Y ha sido zambullirme tímidamente en el tema y encontrar un océano inmenso por describir. El porteo de los niños ha sido tan natural como respirar desde la prehistoria y cada cultura ha encontrado su manera de llevar a los niños demostrándoles afecto y cariño. He encontrado mucha información y más que espero descubrir. Yo me adentré en este mundo por que no podía llevar el carrito pero después descubrí todos los beneficios que conlleva llevar a tu hijo pegadito a tí y lo agradable que es. No es solo una manera de llevar a tu hijo, es una manera de vivir la maternidad. Los beneficios son múltiples tanto para el niño como para el porteador.
Me gustaría recoger testimonios de diferentes lugares del mundo con diferentes portabebés y describir si estos son adecuados para un porteador discapacitado o no.
Hablando de porteo, lo estoy dejando... ¡Es broma! Me encanta llevar a Miquelet en mi regazo pero es cierto que últimamente le pongo más los tirantes para que camine a mi ladito o “empujando” mi silla que le encanta. Durante una temporada, no lo hice por que el niño se subía a la parte trasera de mi silla y no me parecía seguro pero ¡he encontrado la solución! Mejor dicho, la encontró Miquelet: Un día lo bajé y antes de que me diera cuenta registraba mi bolso y cogía el paraguas. Fue todo el camino jugando con el paraguas y se olvidó de subir a mi silla. Así que ahora siempre salimos con algún juguete para que juegue mientras camina a mi ladito. Le he comprado un juguete de los que se arrastran por el suelo con un palo y le encanta. Excepto ayer, antes de salir de casa encontró un hilo y se pasó el camino jugando con el hilo mientras yo cargaba como podía con el juguetito rodante…. Para que luego digan que los niños son exigentes. Pero una cosa queda clara: si él va ocupado con el juguete le pide al abuelo o a la abuela que empujen mi silla, si no, no va a gusto (mi silla es electrónica).




lunes, 16 de mayo de 2011

Las nanas

Quizás sea algo tarde para escribir sobre el tema pero es algo que sigo utilizando con mi hijo de 27 meses, así que no es un tema baladí.
No es algo que me preocupara en los primeros meses, ya que el niño caía rendido enseguida que se ponía a mamar. Pero a los tres o cuatro meses ya empecé a recurrir a ellas y me dí cuenta de mi escaso repertorio. Parece mucho más efectivo que el bebé preste atención a lo que dice mamá para dormirse que escuchar una música de CD por ejemplo (Me acabo de dar cuenta de que dentro de quince años podría escribir esta misma frase...) Te entusiasmas buscando en tu memoria y en CDs bonitas canciones que cantarle a tu hijo. Con estrofas preciosas y bonitas melodias que entonas como puedes.
Cuando te das cuenta de que es cuestión de repetirla durante una hora o más vas simplicando la letra. He pasado del "Frere Jacques, frere Jacques, dormez vous, dormes vous, sonne le matine, sonne le matine, din dan don, dindandón", por "eráse una vez un barquito chiquitito..." hasta llegar a " Din don din don dan, las campanas sonarán, din don dan, las estrellas brillarán. Din don din don dan y los niños dormirán". Actualmente, el hit del momento ha quedado en " Din don din don dan, las campanas sonarán, Din don din don dan y Miquelin se dormirá". También hubo una breve etapa en la que la nana consistía en canturrearle números (hay que hacer lo que sea para no quedarse dormida antes que el niño) Realmente funcionaba: caía frito antes de llegar a 50. Pero dejé de usarla el día que llegué a 250 y el niño seguía despierto. Volvimos a las campanas.
Seguimos durmiendo con la teta y las nanas. Su padre utiliza el chupete y contarle cositas. Ambos lo dormimos en brazos, no hay manera de que se duerma en su cuna. Aunque una mañana me sorprendió: Me despertó Miquel exclamando desde su cuna "mama, desperta", miré el reloj y me sorprendí de tener tanto sueño a las ocho de la mañana. Me levanté como pude y fui con el niño. Como lo vi tan espabilado no me molesté en bajar la barrera y el niño bajó de la cuna por un ladito como siempre. Me pidió teta. Mientras tomaba pecho le puse las zapatillas pero me sorprendió que se estuviera durmiendo otra vez. Miré mejor el reloj y ¡apenas eran las siete de la mañana! ¿y ahora que hago? Tenía al niño medio dormido en brazos, la barandilla sin bajar y no podía bajarla sin utilizar las dos manos... En mi cama no quería dejarlo por que es muy alta ¿y si lo dejo en el sofá del comedor? ¡si, eso haré! Cuando ya lo tenía todo planeado, el niño se incorpora, se baja de mis brazos, se sube a la cuna por la esquinita libre, se sienta en la cuna y exclama ¡Zapatos!. le quito las zapatillas y el niño se tumba ¡Dormido al instante! Aun estoy flipando en colores con ese momento que no ha vuelto a suceder ¿Telepatía? ¿el niño se dió cuenta de la situación y colaboró? No he vuelto a dormirlo en brazos teniendo la barandilla puesta pero no sé qué pasaría ¡Mi niño es más listo!

viernes, 29 de abril de 2011

Fue bonito mientras duró

Esta Semana Santa ha resultado cortísima. Salimos el viernes a las nueve de la mañana para Galicia. No podíamos hacer noche en el camino, así que fue agotador. Miquel estuvo bastante entretenido con videos de Pocoyo y películas, pero aun así acabó reventado. Llegamos al pueblo a las nueve de la noche y nos quedamos en casa de una tía mía.
Miquel durmió en nuestra habitación en su cuna de viaje sin ningún problema. Estaba tan cansado... Al día siguiente vimos nuestra casa y encontramos sorpresas agradables y sorpresas desagradables. Nos fuimos a comer pulpo, Miquel lo probó todo y le gustó. La tarde se la pasó jugando con su primita que es solo dos meses más pequeña que él. Cenamos en familia y sin tele ¡por fin! A la hora de ir a la cama, hicimos una prueba: Le dimos el besito de buenas noches, le metimos en la cuna, nosotros en la cama y apagamos la luz. De repente, la luz se vuelve a encender y a apagar, a encender y apagar... Si, en esa casa han pasado cosas de meigas pero esta vez era el señor Miquelet de pie en su cuna jugando con el interruptor. Separamos la cuna de la pared e iniciamos el segundo intento: Miquel se revolvió un poco pero en cinco minutos estaba dormido ¡milagro! Así da gusto.
El domingo iniciamos el viaje de vuelta con tranquilidad para dormir en Navarra. En el hotel, volvemos a hacer lo mismo para dormirlo y vuelve a funcionar. Es fantástico: Miquel come sin tele, se duerme solo ¡Qué maravilla! Pero está claro lo de dormir solo era un milagro provocado por el colecho por que una vez en casa, en su habitación, quiere brazos para dormir como siempre. Y quiso volver a la vieja costumbre de la tele para comer pero se la estamos quitando. La tele se ve fuera del horario de sus comidas y como premio por haber comido bien. Ha costado algún berrinche pero creo que la cosa va bien. También va muy bien el tema de ir caminando al ladito de uno. Sospecho que ya sabe con quien puede correr y con quien no.

miércoles, 20 de abril de 2011

Feliz Semana Santa

He estado bastante liada. A pesar de pasar Sant Jordi fuera de Cataluña (a quién se le ocurre...) No me puedo quejar de la agenda de Maternidad adaptada
Mañana nos vamos a Galicia, a ver nuestra casita que está algo más adaptada que hace un año. Llevo dos días haciendo maletas. Miquel está precioso, no para quieto. Seguimos negociando con la teta, a ver si poco a poco entiende que esto se acaba.
Estoy muy contenta por que ya lo he dormido en dos ocasiones en su cuna. Le ofrezco teta pero lo paso a su cuna despierto. Él se abraza a su almohada y va cerrando los ojitos mientras le canto ¡Es maravilloso! Pero para llegar a eso debo de esperar pacientemente hasta que me pide teta en plan lloriqueo-por que-tengo-sueño. Le digo que me siga hasta su habitación, lo cual le cabrea bastante pero yo no puedo llevarle en brazos. Allí lo cojo y le doy teta hasta que se queda dormido. Otras veces, dan las cuatro y tengo al niño embobado viendo a Tom y Jerry y me toca ser la mala malísima al apagarle la tele. Miquel tiene el gran berrinche y me sigue hasta su habitación clamando por la ¡tele! Le cojo en brazos y en cinco minutos ¡dormido! No me gusta reconocerlo, pero cuanto más cabreado está antes se duerme. A veces pienso ¿en eso se basa el método Estivill? Se duerme de puro cansancio pero si lo intento antes se me revuelve como una anguila.
Jordi también ha conseguido dormirlo alguna noche en su cuna. A ver si conseguimos que sea lo habitual.


¡FELIZ SEMANA SANTA Y FELIZ SANT JORDI!

jueves, 7 de abril de 2011

¡No corras, Miquel!

Esa es la frase que más se repite estos días. Miquel hace meses que no aceptaba ir de la mano, se le cogía para cruzar y punto. Pero a medida que el señor ha ido cogiendo velocidad la situación se ha hecho insostenible. Ir de paseo con Miquel era un continuo ir detrás de él corrigiendo su trayectoria desbocada. Eso en nuestro barrio ranquilo puede ser cansado pero en el centro es algo caótico. No puede ser que un niño de dos años corra con ese descontrol, así que hemos insistido todos en que debe ir de la mano o a nuestra altura siempre.

Yo lo llevo con los tirantes pero me conviene que el niño aprenda a ir al lado mío como a todos. Por su seguridad y por nuestra tranquilidad. Todavía se nos desboca a veces pero ha mejorado mucho. En cambio, conmigo va a mi ladito. El problema es ese: que quiere ir demasiado cerca ¡sigue empeñado en subirse en la parte posterior de la silla! Y no me gusta nada, me parece peligroso e inseguro aunque creo recordar que en la película Madres con ruedas alguna lo llevaba así pero no estoy segura ni me gusta la idea. Así que así vamos por la calle, intentando educar a Miquel.

Hablando de educación. Este año si que quiero matricular a Miquel en la guardería. Le hace falta. Sé que las mañanas serán caóticas pero será cuestión de acostumbrarse. Entrará en el último curso de guardería y creo que es muy importante para el cole. Espero que allí le frenen un poco por que en el parque es algo brutote. Irá sólo tres horitas, no es que te de tiempo para mucho pero es por él más que nada.

También he tomado otra decisión importante: Quiero dejar el pecho. Quiero dejar de dar de mamar a Miquel. Y esta vez es una decisión definitiva, tiene ya 25 meses, creo que ya podemos estar orgullosos de nuestra lactancia ¿Por qué lo quiero dejar? Mi hijo mama nada más levantarse, me va de coña por que mientras mama le cambio los pantalones y le visto casi entero (después le cambio los pañales). El resto del día es a demanda. Pero ese "a demanda" se está convirtiendo en un "aquí te pillo, aquí te mato" "sí o sí". Cuando quiere teta, la coge de cualquier manera sin que me de tiempo a nada. El niño es alto,se acerca a mí, me inclino ligeramente a hacerle carantoñas y ya se engancha a la teta. Lo quiero abrazar, tenerlo en brazos.. pues ya tiene que ser con la teta fuera. Y si me niego o le doy otra cosa de comer, ¡berrinche! Que si, que lo entiendo, que para él es muy importante. Pero me gustaría recuperar el control de mi cuerpo, dejar de elegir la ropa que voy a ponerme pensando en el posible ataque de mi tetadicto. Me siento acosada. Me gustaría poder dormirlo en la cuna sin el pecho aunque siga acariciandolo y besando por que el niño pesa...(bueno, eso ya sé que no se consigue solo quitando el pecho). Resumiendo, estoy cansada y me gustaría empezar a dejar de dar el pecho. No quiero tomar pastillas. Lo quiero hacer bien y poco a poco. No me importa tardar tiempo aunque en septiembre me gustaría que lo hubiera dejado ya antes (por que vestirlo así es complicado).

Así que pedí consejo a una asesora de lactancia para dejar el pecho (resulta paradójico, ¿no?) Lo que debo hacer es acortar el tiempo de las tomas primero y después empezar a negarlas. Va a ser un proceso largo, a veces gano yo y a veces gana Miquel. Por las mañanas le doy teta pero ya le ofrezco cereales, cola cao y él va picoteando y sigue tomando su papilla de cola cao después. El resto del día lo que hago es darle pecho cuando pide pero enseguida ofrecerle un juego o pan (a veces cuela y a veces no). Otras veces le digo "No toca" y a jugar con algo (a veces cuela y a veces no).


lunes, 21 de marzo de 2011

Dormir o no dormir, esa es la cuestión

A Miquel le hemos quitado la barandilla de la cuna. Ante mi fustración de no poder dormirlo por las tardes he culpado a la barandilla y la hemos sacado. La hemos sustituido por la barrera de cama que utilizabamos para el colecho. Es lo bastante alta como para ser segura y lo suficientemente corta para que yo la pueda bajar accionando los dos puntos diseñados para ello a la vez.
Esto no ha cambiado casi nada. Miquel sigue sin hacer las siestas a diario pero le encanta subir y bajar de su camita solito cuando la barrera está bajada. Por la noche no tenemos ningún miedo de que se caiga ya que el hueco que queda a cada lado es de un palmo como mucho.
Una noche de estas se despertó a las cuatro de la mañana, llorando (suponemos que por una pesadilla) fui a su habitación y se adormacía al pecho pero no había manera de meterlo en la cuna ya que volvía a llorar desconsoladamente. A las siete de la mañana me lo llevé a mi cama con la simple intención de calentarnos un poco bajo la colcha ya que he perdido la esperanza de colechar con Miquel. No fue tan mal como me temía pero el niño no durmió nada ni yo tampoco. A las ocho nos levantamos y empezamos a hacer vida normal: El niño a jugar y yo a desayunar y poner la lavadora. Cuando lo fui a vestir, se caía de sueño y lo acosté sin problemas en su cuna hora y media. Ese día tampoco hubo siesta y yo aguantando el tipo... Al día siguiente, la siesta la hizo encima mío mientras yo hacía la compra en el hipermercado a las seis de la tarde. Y así vamos haciendo.
Hoy se ha levantado antes de las ocho, ha estado toda la mañana conmigo sin ir al parque y milagrosamente no me ha costado nada que se quedara dormido en su cuna. A ver si recupera el hábito de las siestas....

jueves, 10 de marzo de 2011

¿Quién lleva a quién?

En la penúltima entrada os comentaba que Miquel se subía a la batería de mi silla. Le hemos reprendido cada vez que lo hacía por que nos parecía inseguro y ha desistido. Pero ha encontrado una nueva manera de ir con mamá que le divierte mucho.
Sabe que no debe subir a la batería pero en cuanto le bajo al suelo con los tirantes, se va a la parte posterior de mi silla, se coge al manillar y empuja la silla yendo él casi de puntillas pero va riendo como loco de contento. Yo no le suelto los tirantes aunque tendré que pensar en hacerlos más largos.
En estos días ha hecho muchos progresos: hizo una vez caca en el water, ya se sube y baja de la trona solo, de la cuna también ha bajado con la barandilla bajada pero no sabe subir aun. Estoy pensando en quitarle la barandilla de la cuna.
Para dormir las siestas es un suplicio. Casi nunca la hace aunque le cuesta mucho aguantar todo el día despierto. Ahora el nene se ha acostumbrado a hacer sus aguas mayores alrededor de las tres de la tarde. Esto quiere decir que le toca a mami cambiarlo y que la hora de empezar la siesta se retrasa irremediablemente. Mi método de dormirlo siempre ha sido al mismo: al pecho, cantándole suave, y a la que le veo que, dormido, suelta el pezón le paso a la cuna. No soy muy fina en el traspaso pero el niño se acomoda y sigue durmiendo. Este método hay días que no funciona. A la que inicio el movimiento de pasarlo a la cuna, se despierta y vuelve al pecho o llora ¡es desesperante! Aunque espere un cuarto de hora y parezca profundamente dormido.
Está dejando las siestas, raro es el día que la hace. Se queda adormilado en mi pecho pero a la que intento pasarlo a la cuna se espabila. El niño pesa cada vez más y por mi discapacidad me cuesta salvar la barandilla de la cuna aunque está lo más baja posible. A mi marido también se le espabila mas veces que antes al pasarlo a la cuna. Aunque al dejar las siestas no le cuesta nada dormirlo por la noche.

He intentado pasarlo de mis brazos al sofa del comedor por ser más bajo pero se me espabila igual o más por que ve que no está en su habitación y se extraña. La última vez que conseguí que hiciera siesta en su cuna fue el martes, el resto de los días medía horita en brazos y ya está.

No sé si ha cambiado de hábitos, me he vuelto más torpe, si he de quitar la barandilla de la cuna... El niño aun necesita siestas pero se niega a hacerlas.

Me gustaría conseguir dormirlo en su cuna. O sea, tumbarlo, cogerle la mano, cantarle, arrullarle y que se quedara dormido pero creo que eso solo pasa en las películas... ¿o no?

lunes, 28 de febrero de 2011

Feliz cumpleaños, Miquel

Esta noche a las 21'30 hizo dos años que conocí a una personita maravillosa: mi hijo, que revolucionó mi vida y me hizo crecer como persona. (Bueno, nació a esa hora. Yo lo conocería sobre las diez).
Felicidades, Miquel! Hoy, al ser lunes, no se ha celebrado mucho su cumpleaños (lo haremos este sábado). A Miquel le ha encantado su flauta y su reloj de pulsera con agujas. Si, ya sé que no son regalos adecuados para su edad pero ¡le encantan los relojes! Siempre te mira la muñeca para buscar tu reloj y lo mira un momento con interés como si lo entendiera y se va tan ancho. Y lo de la flauta... En fin, todo lo que haga música le gusta.
Para el sábado aun queda alguna sorpresa más pero, como ya dije en el post anterior, Miquel juega poco con sus juguetes. Se monta y se baja solo de su caballo balancin, toca el xilofono, la guitarra... Pero sigue triunfando la batuta.

domingo, 27 de febrero de 2011

El rincón de Miquel

Cuando te vas a comprar un piso (sobre todo, si es el primero) sueles ser optimista y poco crítico. Y más cuando lo compras sobre plano ¡Los muebles siempre están impecablemente distribuidos y sobra sitio!. Tras unos meses, te dan las llaves del piso y descubres los primeros fallos ¿No habíamos pedido que solo nos pusieran un lavabo en vez de dos en el baño? ¿Esa puerta no abría hacía el otro lado? La terraza medía medio centímetro, o sea, un metro ¿Por qué ahora mide menos de cincuenta centímetros? Haces las quejas oportunas pero de poco sirven. De todos modos estás feliz ¡El comedor es gigante! Y tienes tres habitaciones que llenar. Pasas de tener todo tu mundo en tu habitación en casa de tus padres a dispersar tus cosas por toda tu casa (tus cosas y las de tu pareja). Encuentras más fallos pero ¡qué importa!
Hasta que te planteas tener un querubín. Ahí te das cuenta que esa expansión exponencial de vuestras cosas quizás haya sido desmesurada y coges el metro para reubicarlo todo. Ya he comentado alguna vez que las dos habitaciones que estaban disponibles para Miquel no permiten muchas alegrías pero el moisés está en nuestra habitación los primeros meses y el niño solo juega en brazos. A partir del medio año se plantea un problema: El niño necesita estar en el suelo, jugar y explorar. Los parques me parecen inaccesibles así que le compramos una gran alfombra de goma hecha de piezas. Evidentemente, se la ponemos en el comedor retirando la mesa de centro a una esquina. El comedor se va llenando de juguetes de manera incontrolada. En el comedor comemos, vemos la tele, tenemos el ordenador (la torre está a una altura elevada para que Miquel no lo apague y encienda mil veces) y la alfombra de Miquel lo preside. Cuando empezó a gatear se retiró parte de la alfombra porque nunca estaba en ella. Cuando empezó a andar, parte de la alfombra quedó encima de la mesa de centro para proteger el cristal ya que allí estaban sus juguetes amontonándose. Compramos un baul para los juguetes pero solo conseguimos que Miquel se olvidara de ellos o se zambullera peligrosamente en él. Creo que llegó un momento en que ninguno de los tres estábamos a gusto en el comedor. Le llevé a su habitación algunos juguetes. Cambié el baúl por una cajonera de plástico que le gustó bastante.
Pero el caos del salón seguía igual. Vaciamos un rincón del comedor cambiando un mueble de sitio. Allí pusimos la mesa de centro con la alfombra de goma encima, pero faltaba una solución de e almacenaje. Pensé en comprar un mueble específico para juguetes ya que hay auténticas monerías. Pero es un gasto importante que no puedes reciclar ni utilizar para otras cosas. Pensé en algún mueble de Ikea pero no me cabía…. Hasta que me dí cuenta de la solución ideal: Una estantería bajita que teníamos en otra habitación llena de carpetas y papeles nuestros. Estupenda excusa para tirar cosas. Sin gastar un duro, Miquel tiene un rincón de juguetes fantástico. Todos sus juguetes caben en al estantería y él llega a todos. En la mesa están los que más le gustan. ¡Hemos recuperado el comedor, al fin!
Yo creía que Miquel no jugaba con juguetes por que ni los veía de amontonados que estaban pero ahora los tiene todos expuestos y colocaditos y ¡no coge ni uno! Solo coge sus batutas (palos de los portarrollos de cocina), la guitarra y un ordenador portátil de juguete que utiliza de atril. Mañana es su cumpleaños y le hemos comprado juguetes (¿Por qué los adultos nos empeñamos en comparlos?)
Ya sabeis que ahora utilizo todo lo que puedo los tirantes para llevar al niño por que ya me cansa llevarlo siempre en el regazo. Casi me empezaba a preocupar por buscar una manera alternativa de llevarlo cuando el propio Miquel me ha dado la solución: El otro día iba caminando a mi ladito con los tirantes hasta que se cansó. En lugar de venir a pedirme brazos, se fue a la parte posterior de la silla, se subió a la batería y se agarró al manillar (yo no solté los tirantes y llegaba) y ¡tan feliz! Yo fui muy despacito vigilando si pretendía bajarse o no. Sé que no es una solución viable ya que puede ser arriesgada pero nos hizo gracia.

jueves, 24 de febrero de 2011

Aparición en los medios del libro Maternidad adaptada

Esta es una breve nota para quien esté interesado en seguir la evolución de mi segundo "hijo": Mi libro. Ya que considero que este blog sigue siendo testimonio de mi maternidad no de mi actividad como autora. Podeis ver un resumen de su corta vida, de momento, y las novedades que vayan surgiendo en Libro Maternidad adaptada o Página de Facebook del libro Martenidad adaptada

Las últimas noticias son:

Entrevista en Bebés y más

Este domingo 27 me entrevistan ern el programa de Radio Onda Cero Te doy mi palabra de Isabel Gemio. Se emitirá entre las ocho y las nueve de la mañana ¡a madrugar todo el mundo!

Y ya sabeis que podeis comprarlo online en:
Lo podeis encontrar en librerias de Barcelona
Libreria Bertrand Barcelona Rambla de Catalunya, 37
Libreria Alibrí C/Balmes 26 Barcelona
libreria Promarex. Calle Sepúlveda, 87 (Barcelona)
libreria Cau Ple de Lletres. C/ Cremat, 15 Terrassa.
Llibreria Pròleg. Carrer Sant Pere Més Alt, 46
O pedirlo en cualquier librería de España con la siguiente referencia:
Gil García, Estrella. Maternidad adaptada. Alicante: ECU, 2010. 124 págs. ISBN 9788499481654

lunes, 14 de febrero de 2011

El poder de la música

PERDIENDO EL CONTROL

Si, así me siento últimamente. Siento que pìerdo el control de Miquel. Miquel sigue siendo un niño dulce y cariñoso. Me sigue ayudando en muchas cosas: Me recoge las cosas del suelo que le pido, me pasa el teléfono cuando suena, me acerca el bastón… ¡Es un amor! Pero no deja de ser un niño pequeño que me pone difícil según que cosas.

Sabeis que por la tarde me quedo yo sola con él por que así lo quiero y hasta hace poco no me costaba mucho hacerle dormir la siesta, después calzarlo y vestirle la chaqueta. Subirlo a mi regazo y ¡a la calle! Una temporada de paz y tranquilidad que pasó a la historia… Ahora rara vez duerme la siesta. Eso quiere decir que lo tengo que tener entretenido dos horas más o menos. O decido salir a la calle por que fuera lo controlo mejor en mi regazo o con los tirantes. Es algo abarcable siempre y cuando cuente con la colaboración del niño. En estas tardes sin siesta Miquel ha aprendido a abrir la vitrina del comedor y a jugar a tomar el té con el juego de porcelana. Claro, yo no puedo sacárselo a lo bruto y apartarlo de ahí, así que he de utilizar la mano izquierda, jugar con él a tomar el té e írselo quitando poco a poco. El tema de cambiarle los pañales no es demasiado complicado gracias a que lo ato en el cambiador de viaje que pongo en su cuna. Para salir a la calle, tenía que calzarlo y ponerle la chaqueta. Ponerle la chaqueta a Miquel supone un desafío físico y moral para cualquiera, a nadie se lo pone fácil: Se tira al suelo, berrea, huye... Para mí era imposible. Tampoco quería subir a mi regazo para ponerle la chaqueta y los tirantes (ambas cosas indispensables para salir a la calle) Se lo he llegado a poner in extremis en el portal con el niño berreando (los vecinos debían pensar cualquier cosa...). Si, lo sé, debí haberle dejado salir a la calle sin chaqueta para que me la pidiera pero con el frio que hace... Y no ponerle los tirantes antes de salir a la calle es una temeridad. Miquel es muy sensato y va a mi lado pero basta que te fies para que se dedique a explorar mundo. Entre no hacer siestas y los berrinches para salir me hundí moralmente. Me sentía inútil, incapaz de controlar semejante torbellino de energía. Pensé muchas soluciones: Que viniera a vestirlo mi padre o una vecina...No sabía que hacer, iba a perder la autonomía que tenía como madre. Una tarde lo hicimos así, vino mi madre a vestirlo y ponerle los tirantes. Ahora procuro llevarlo más con tirantes que en mi regazo, por que como que ya pesa... Tengo ganas de salir con el andador y el niño al lado pero sé que para eso aun falta. Aun pide muchos brazos.

RETOMANDO EL CONTROL

Los seguidores de este blog sabeis que le ponía a Miquel música clásica cuando estaba en mi útero. Después no volvió a mostrar interés hasta que hace un mes descubrió ¡la batuta! en un programa de Sésamo. Y por ahí ha redescubierto la música clásica. Le encanta dirigir la música con "latuta". Algunas tardes lo he conseguido dormir después de ver videos de Luis Cobos por internet. Hoy ha bastado con ponerle música clásica en su habitación y dejarle dirigir la orquesta un ratito con un palo del soporte de rollo de cocina (su "latuta"), después teta ¡y niño dormido! La cosa va a así: casi siempre hay siesta, antes o después, pero hay días que no hay.

Después vendrá el pleito de la chaqueta pero espero que no haya problema por que hace tres días que no lo hay ¿Por qué? pues no lo sé, pero el niño se deja poner la chaqueta sin problema otra vez ¡Y que dure!!!!! Lo subo a mi regazo, lo ato y la chaqueta se la pongo en el ascensor mirándose al espejo pero esta no es la formula mágica por que he hecho lo mismo otras veces con el niño cabreado. Es normal que el niño vaya madurando y viendo que ciertas actitudes no son adecuadas. Resumiendo: Tengo que un angelito que, a veces, se disfraza de diablillo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Mi historia de la lactancia

Mi hijo tiene 23 meses y aun pide teta. Si me llegan a decir que pasaría esto cuando Miquel tenía dos meses no me lo creo ni loca.

Durante el embarazo estaba muy segura de querer dar el pecho a mi hijo. Me parecía saludable para él y para mí, algo hermoso y fácil. Debe ser algo natural, instintivo… Fui a charlas sobre lactancia que te prevenían sobre las grietas, mastitis… Pero curiosamente esos males eran tan fáciles de evitar poniendo bien al niño al pecho que para qué preocuparse. Así que he de reconocer que cuando aceptaba darle el pecho a mi hijo no tenía una visión realista del asunto.
A las 42 semanas se me programó el parto ya que el niño estaba perezoso. Antes de ir al hospital el día de la programación, rompí aguas en casa. Me hizo ilusión, quizás el parto sería natural. Al llegar al hospital, me monitorizaron y todo iba bien pero a la media hora el niño presentó sufrimiento fetal y hubo que hacer cesarea. Yo había dejado mi plan de parto donde pedía que tanto en parto natural como en cesarea me dejaran el niño para iniciar la lactancia si era posible. Pero el niño necesitó reanimación superficial y se lo llevaron a su padre. La primera vez que lo ví fue a media luz, en brazos de su padre. En seguida vino una enfermera a ponérmelo al pecho. No recuerdo sus indicaciones. Sólo sé que mi niño recién nacido baboseaba torpemente mi pezón buscando su alimento. Es una sensación, bestial, casi animal tan fuerte…

En los días siguientes, en el hospital, Miquel pronto me hizo grietas dolorosísimas en los pezones pero había que seguir dándole el pecho para curarlas y que aprendiera. En una ocasión, dejamos a Miquel con las enfermeras para pasear un poco en el pasillo, al volver lo vimos rodeado de enfermeras dándole mimitos y ¡con un chupete en la boca! Dice Jordi que puse una cara de asesina... Ponerle al pecho era sinónimo de ponerle nervioso, se ponía a buscar aquí y allá. Terminaba "mamando" desesperado de mi brazo, mi vientre, de su mano... y como no sacaba nada pues mas desesperación. Era realmente estresante.

Una vez en casa, Miquel se dedicó a dormir y a intentar mamar. Nos sentíamos muy inseguros. Me dolían horrores los pezones y, lo más preocupante, no estábamos seguros de que Miquel se alimentara correctamente, así que ante esta duda no hay principios que valgan. Jordi fue a la farmacia a por un sacaleches manual y biberones. Como tenía herida en los pezones, la extracción fue bastante dolorosa pero conseguí suficiente leche para calmar a Miquel. El viernes tuve que volver a sacarme leche y dársela en biberón aunque seguía poniéndole al pecho y curándome las heriditas del pezón. Por las noches, le daba el pecho por no tener que estar media hora con el sacaleches y Miquel se cogía. Me parece imposible llegar a los seis meses de lactancia materna.
Cuando Miquel cumplía un mes yo estaba con dolor de pechos y con riesgo de mastitis por que el señor no me vaciaba bien los pechos. He tenido que darle biberones enteros en dos ocasiones por que se ponía tan nervioso que era incapaz de mamar. Y yo vaciarme los pechos con el sacaleches manual. Parece mentira porque algunos días la lactancia va como la seda y otros es un calvario. Estaba con los pezones doloridos aunque sin grietas. Me alquilo un sacaleches electrónico por diez días y esto me salva de la inflamación de pecho. El pediatra me sugiere darle suplemento de leche en polvo con biberón por que no ha ganado suficiente peso. A los tres meses empezamos así con la lactancia mixta aunque Miquel sigue rechazando el pecho. No soporto ver a mi hijo llorando ante mi pecho y riendo ante el biberón. Decido dejar la lactancia materna y darle biberón, dándole el pecho lo mínimo para que no me gotee. Sorprendentemente, descubro en los siguientes días que, intercalando biberones, las tomas de pecho se vuelven tranquilas y placenteras. El dolor de los pezones desaparece de un día para otro. Así que, en cuestión de un mes y medio, los suplementos en biberón desaparecen casi por completo y conseguimos una lactancia materna placentera para ambos. Estamos en los seis meses, con el “permiso oficial” para dejar la lactancia materna, justo ahora que la empezamos a disfrutar ¡Anda ya! No quería dejar de dar el pecho, era algo que sólo podía hacer yo, algo saludable, íntimo. Unos momentos preciosos con mi niño.

Seguimos con el pecho, papillas… Ahora todo es fácil. Al niño le encanta mamar aunque sigue sin estarse quieto. Me preocupaba el hecho de que, por mi discapacidad, no supiera colocarlo al pecho cuando el niño fuera más grande. No contaba con que lo haría él solito y que me descubriera el pecho al menor descuido ¡tengo a un teta adicto! Creo que de saber lo que sé hoy, no me hubiera angustiado tanto por el peso del niño y hubiera confiado más en mí misma aunque pienso que los biberones no tienen por que interferir en la lactancia materna ¡En mi caso, la salvaron!

Mi niño tiene 22 meses y toma teta nada más levantarse, después papillas y pecho a demanda durante el resto del día. Si me llegan a decir esto al mes de nacer Miquel no me lo creo. Ahora oigo mucho eso de “debes dejar de dar el pecho ya” pero no encuentro ningún motivo para hacerlo. Ni la manera: ¡ Miquel sabe encontrar su teta en cualquier momento y sin ayuda! Por eso, en realidad puedo decir que yo he dejado de dar el pecho hace medio año más o menos ¡por que ahora lo coge él! Así que, realmente, yo hace meses que he dejado de dar el pecho ¿no?


Este texto fue publicado en catalán en http://criatures.ara.cat/somlallet/2011/01/19/una-lactancia-mes/comment-page-1/

jueves, 3 de febrero de 2011

¿Réquiem a las siestas?

Ya expliqué hace tiempo que debía insistir bastante para que Miquel durmiera la siesta. Nunca quería dormir y me costaba hora y media o más que cogiera el sueño. Nos encerrábamos en su habitación hasta que se dormía. Eso sí, cuando se dormía era para dos horas mínimo. Me costaba despertarlo a las cinco. Si, parece absurdo marcarle tanto el horario a un niño pero si no lo despertaba a esa hora ya saliamos de noche.

Hace una semana que he cambiado de mentalidad. A las dos me llevo al niño a la habitación para que Jordi descanse para jugar con él sin pretender nada más. Mentalmente, me siento más relajada así. Ponemos música clásica y el niño juega con la “tuta” (su batuta, un palo). Le cojo y le doy teta si le veo predispuesto, si no, lo dejo (me destroza los brazos al revelarse para bajar). Así he tardado en dormirlo hora y media, lo mismo que antes pero yo no me he estresado. Pero llegó el día que no bastó ni hora y media, ni dos. Sólo se durmió a las cinco de la tarde después de ver un video de Luis Cobos ¡Viva la batuta!

Pero no ha vuelto a haber siestas desde ese día. Ni con música clásica, ni con tele, ni con batuta ni con teta. Antes de las dos procuro tener la mesa recogida y el lavavajillas puesto. Si no he podido y Jordi tampoco, le pongo la tele al niño y así me deja hacer algo. Así estoy escribiendo ahora este texto. No, no me gusta tenerlo embobado delante de la tele pero prefiero eso a que se me suba a la puerta del lavavajillas mientras lo pongo o me coja algún cuchillo. Para recoger la mesa yo pongo todas las cosas en una camarera y me las llevo a la cocina. Esto es demasiado tentador para un niño pequeño.

No me gusta que el niño deje las siestas, creo que es importante que descanse a mitad del día. ¿Ventajas? Por la noche costaba una hora o más dormirlo, ahora solo cinco minutos. No me gusta que llegue tan rendido a la cama y por eso insisto en intentar que duerma la siesta pero ¡No hay manera! A las ocho de la noche el pobre está pestuco y le dejo dormir un poco. Por la mañana a veces cuesta despertarlo a las 9’30 (su hora habitual), otras veces, se despierta antes solo.

jueves, 27 de enero de 2011

Semana de promoción

Si, esta es la semana deseada y temida. Se presenta el libro a lo grande. El martes fui a Radio Terrassa y ayer me entrevistaron en Radio Mollet (espero poder colgar los audios pronto).

Esta tarde a las 20'30 tengo la presentación la libreria El Cau Ple de Lletres. Tendré que soltar un discurso delante de un grupo de personas que presiento numeroso (bueno, más de cinco ya me parecerá numeroso...) Y nunca lo he hecho antes. Después habrá un pica pica. Menos mal que me acompañará Armando Bastida Torres y quizá esto me tranquilice un poco.

El martes día 1 tendré que hablar en la Biblioteca Central de Terrassa a las 19'00 h. Esta vez acompañada de A.C.A.D.E. y también habrá un buen pica pica.

Para ambos eventos, he colgado carteles por la calle acompañada de Miquelet.

Estoy al borde de la histéria. Miquel, ajeno a todo esto, sigue precioso. Bueno, o no tan ajeno, que cuando me lo llevé a Radio Terrassa, investigó todo lo que quiso...

martes, 11 de enero de 2011

El caga cadira



En la noche del 24 de diciembre, los niños esperan ansiosos a darle palos al Caga Tió para que les cague sus regalos. Es una tradición catalana que lucha contra Papa Noel para mantenerse. Nosotros se la queremos enseñar a Miquel.

El Caga Tió es un tronco con una cara pintada. Aunque en mis tiempos de cole (en casa no lo hacía al tener padres no catalanes), era una simple corteza de tronco. Durante todo el mes de diciembre se le debía dar de comer para que cagase bien el 24. Cualquier cosa valía, en el cole lo que mas abundaba eran las cáscaras de mandarina (esa que te metía tu madre junto al bocadillo para que comieras fruta).

“Como muchas de las tradiciones que hoy en día celebramos, el caga tió tiene origen pagano y parece ser que guardaba relación con la celebración del solsticio de invierno. En sus orígenes, no era mas que un tronco que quemaba en la casa y regalaba calor, luz y, simbólicamente, todo lo necesario para la celebración, como podían ser turrones, caramelos y barquillos[…] Como todas las tradiciones, ésta también ha evolucionado a lo largo de los años y en cada casa se vive de una forma particular. La mas común seria la de que los niños busquen un tronco, que deberán alimentar y cuidar, para que se convierta en un ser mágico y les obsequie con presentes. La forma de conseguir estos regalos seria picándole con un bastón mientras se canta una canción popular. Los regalos se encuentran junto al tronco cubiertos por una manta.” (extraido de http://iruasecas.bitacoras.com/archivos/2005/12/24/el-caga-tio)

Pudimos comprar el tronco pero el precio nos parecía abusivo y Jordi, muy optimista él, quería ir a buscar el tronco a la montaña. Al final, el 24 estabamos sin tronco y sin Tió. Se me ocurrió innovar (debe ser la costumbre ya). Juntamos dos sillas de comedor y las cubrimos con una manta. Miquel cantó con su padre el “caga cadira” (caga silla) mientras veía que no había nada debajo de ella. Después se iba a ver el Belén mientras su madrina escondía los regalos debajo. Era muy gracioso cuando levantaba la manta y veía que ahora sí habían cosas. Le gustó mucho un caballito balancín que le trajo la madrina aunque lo que le volvió loco fue una guitarra ¡Hasta las dos de la mañana tocando la dichosa guitarra!

En reyes, los regalos no fueron muchos: muñecos de Epi y Blas, ropa… Pero lo que si duda triunfó fue el regalo de mi madre: Le regaló un estuche con champú y colonia. Y ya tenemos a Miquelet echándose colonia todo el día y dándonos la mano a oler. Y es que Miquel está hecho un dandi.