jueves, 13 de octubre de 2011

Ensayos de colecho

Si, ya sé que hace más de un año renunciamos a practicar colecho con Miquel pero hemos vuelto a intentarlo. ¿Por qué? Por que es una manera de ganar tiempo, de descansar algo mientras lo duermes, en teoria.
Algunas tardes se queda dormido conmigo en la cama mientras mama viendo los dibujos y es una experiencia muy bonita que me ha animado a volver a intentar el colecho. Otras tardes, en cambio, he de traerlo al comedor para dormirlo en brazos y dejarlo con cuidado en el sofá por que en la cama no se está quieto.
Su cama aun tiene el colchón de 120 y podríamos ponerle uno de 150 o transformar la cama en una cama normal de 1'90 pero en su maravillosa habitación no cabría. En otra habitación tenemos una cama abatible de 90 x 1'90 y allí hemos hecho ya alguna siesta juntos. Unos días se queda dormido sin problemas y otros da cincuenta mil vueltas hasta que me lo llevo al comedor, lo cojo en brazos y le bloqueo literalmente para que así duerma rápidamente.
El colecho es una maravillosa practica que ayuda a descansar a toda la familia, en teoria. En nuestro caso, no. Dos noches que lo he intentado dormir conmigo en esa cama me ha costado horas conseguirlo. El niño no para quieto, quiere jugar. Y cuando consigo, al fin, que se concentre en mamar (paso previo a dormir) Miquel mama y gira todo su cuerpo sin dejar el pecho, de manera que acaba adormilado al lado del pecho pero cabeza abajo ¿y ahora como lo tapo y me tapo yo? Intento girarlo, con lo cual se despierta y se cabrea ¡Vuelta a empezar! Vuelve a mamar y en cuanto empieza a girar, le bloqueo y se enfada. Al final consigo que se duerma en la posición correcta pero con todos estos bailes estoy segura de que hubiera sido más fácil dormirlo en brazos. Una verdadera pena.
Aun no lo pasaremos a la cama grande pero intentaré que duerma alli las siestas. En esa habitación no hay tele ni la habrá, no me gusta que el niño se duerma viendo la tele pero realmente resulta útil para que el niño se quede quieto.