viernes, 10 de febrero de 2012

Feliz 2012 II

¿Empezamos de nuevo el año? Si, por favor... Parece que la familia entera se haya abonado a todos los virus existentes en enero. Mes horribilis. Gastroenteritis y demás... Creo que he batido el récord de número de veces que se cambia el pañal en una hora. Realmente es desesperante cuando ves que a tu  hijo no le para nada en el cuerpo y lo expulsa por arriba y por abajo... Es agotador cuando vomita por la noche en su cama y después en la tuya. Llevarlo al médico una  vez por semana o más y solo te recomiendan dieta y pecho. Y todo sigue igual...

Dar el pecho es lo mejor que se puede hacer cuando un niño tiene gastroenteritis por que aseguras que se hidrata, cuando ves que no come nada más intentas tranquilizarte "se alimenta con el pecho" hasta que te das cuenta de que tampoco le para en el cuerpo... Todos tus principios se derrumban (mi hijo ya es un experto en romperme los principios). Vuelves al hospital y te dicen que hay que quitarle la lactosa y el pecho. Me parece una locura pero cuando me paro a pensar... Las últimas diarreas las tuvo después de tomar teta ¡por probar! Volví a casa triste, no me cabía en la cabeza que algo que yo creía que le hacía bien, le estuviera haciendo daño. Le dí pecho por última vez después de intentar que comiera algo sin éxito, seguidamente hizo caca de una manera alarmante como había hecho esa misma mañana. Decidí entonces olvidarme de todos los principios y la lógica, debía escuchar a mi hijo. Empeoraba cada vez que mamaba, así que no perdía nada por probar de retirarle el pecho un par de días... o para siempre.  Le dije que tenía pupa en el pecho y que la leche le hacía pupa a él. El pobre se lo creyó, quizás por que se encontraba mal y por empatía...

Yo esperaba poder quitarle el pecho definitivamente pero si Miquel empeoraba, volvería a dárselo sin duda. También le damos unas vitaminas con probióticos que le recetaron. Miquel empezó a comer con ganas lo que se le ofrecía y miraba apenado a mis tetas y les de decía "sana, sana, pupita de rana..." Me daba mucha pena pero veía claramente que el niño estaba mejorando. Cuando se levanta siempre tomaba pecho así que esa era la prueba de fuego. Fui a despertarle con un trozo de pan. Al despertar, lo primero que me dijo fue "¿Aun tienes pupa?" Le dije que si y le ofrecí el pan. Se lo comió mientras le vestía y después le dí leche sin lactosa con cereales. La verdad es que al no darle el pecho nos sobró tiempo para jugar. No ha sido milagroso, después del desayuno (leche sin lactosa con cereales) hizo una deposición abundante igual que esa misma tarde que solo comió cereales. Hoy he pensado en suprimirle cualquier leche y le he dado de desayunar jamón de york sin lactosa con pan (el jamón de york tiene lactosa ¡nunca se me hubiera ocurrido! ) Ahora hay muchos alimentos que indican "sin gluten" pero pocos que indiquen "sin lactosa" o yo no sé verlos por falta de costumbre. Es complicado, la verdad. Espero que este régimen solo dure hasta que le hagan las pruebas pertinentes y el niño esté bien. Hoy las deposiciones han sido más sólidas.

Mi pecho: Las primeras 24 horas fueron terribles, me dolían muchísimo y me he vaciado alguna vez con un sacaleches. Tomé la primera dosis de las pastillas que cortan la leche cuando vi al niño convencido de que la teta estaba mala. A las 12 horas, la segunda. Ese primer día fue doloroso, tenía los pechos hinchadísimos e intocables. Me vacié con un sacaleches manual pero salía muy poca leche, quizás mejor así. En el segundo día, hoy, no siento dolor salvo cuando me toco los senos y no me he vaciado ni una sola vez. El niño me acerca el sacaleches para "curarme la pupa" pero ya con menos empeño. Empiezo a ver la luz. No estoy para nada orgullosa de este destete pero creo que he hecho lo correcto por la salud de mi hijo.

Tenía un millón de dudas sobre el destete y ahora puedo hablar sobre ello. El médico te dice que tomes las pastillas y te pongas sujetadores justísimos. La asesora te indica que no tomes pastillas y te vayas vaciando los senos con el sacaleches. Esto es lo que hice  yo: Tomé la pastilla y me vacié lo mínimo para que el dolor fuera soportable. La tortura china de ponerme sujetadores ajustados ni siquiera me he atrevido a imaginarla. Dos días después aun noto molestias si me toco los pechos pero creo que ya estamos en el buen camino.

Ahora empieza una nueva etapa: Puedo ver la tele con mi hijo recostado en mí sin tener la teta fuera, puedo hacer colecho sin destaparme nada, puedo vestirme sin pensar en la accesibilidad de mi pecho, no tendré un ataque tetil impulsivo e inoportuno. ¿Lo echaré de menos? Quizás.