miércoles, 10 de abril de 2013

La vida sigue...


Hace demasiado que no escribo en este blog y lo lamento. Mi intención es mantenerlo y dar consejos e ideas útiles, no me olvido. pero la rutina te engulle con un pequeño de cuatro años inquieto. Miquel está precioso y es mi alegría pero este año he meditado mucho sobre mi vida y mi futuro.

Desde que nació Miquel me ha atormentado la idea de darle o no un hermanito. Si, atormentado por que no es una decisión fácil. Tenía claro que debía esperar a que Miquel creciera un poco y después nos lo plantearíamos. Tampoco quería esperar mucho más, es evidente que mi cuerpo ha sido maltratado por la parálisis cerebral. El embarazo y cuidar del niño ha mermado un poco mis habilidades físicas  Aunque soy mucho más eficiente en las tareas cotidianas soy consciente de que he perdido movilidad y agilidad al utilizar más la silla electrónica. Un embarazo supone un desgaste físico siempre. Esto no me importaba antes pero ahora sí por que Miquel también se vería afectado. Cuento con la ayuda de mis padres para cuidar de Miquel. Pero los abuelos nunca deben suplir a una madre. Para mí, el cuidado de un bebé supondría dedicación exclusiva y no voy a obligar a Miquel a crecer antes de la cuenta. Le dedico todo el tiempo que puedo y creo que eso es lo mejor que puedo hacer por él como madre.

Decidir tener un hijo, un primer hijo, es una decisión que suele afectar solamente a personas adultas capaces de renunciar a algunas cosas por el bien del pequeño. Tener un segundo hijo parece, a priori, una decisión más fácil ya que se cuenta con la experiencia. Hablo como madre discapacitada y de mis circunstancias: hoy en día mi nivel de actividad y estrés diario está justo en el punto adecuado, un poquito más no me haría nada feliz. Tener un bebé no supone "un poquito más" de trabajo. No, si deseo atenderle correctamente sin desatender a Miquel. Si le voy a a quitar a su madre "full time" para darle un hermanito y sentirme culpable tres años hasta que ambos estén escolarizados... No me compensa. La vida es breve.

Ahora deseo avanzar en otras facetas, acompañar a mi hijo en su vida y disfrutar de ello. No sé si echará de menos tener hermanitos. Puede que en alguna etapa de su vida lo haga, pero de momento está más preocupado por conseguir otra mascota (ya tiene 2 periquitos) y no para de decir "Papá quiere un perrito, mamá quiere un gatito y Miquel quiere una tortuga". ¡Tenemos un problema!