miércoles, 7 de agosto de 2013

Caluroso verano

Estamos en agosto, después de superar un caluroso julio. Realmente, cada año llevo peor el calor...  Cuando finaliza el colegio tienes algo de miedo ¿Cómo llenar todas las horas del día de un niño inquieto? O ¿Cómo seguirle el ritmo? Pero como siempre sucede, no es tan difícil como parece.

Miquel va mucho a la piscina con el abuelo. Yo no suelo acompañarles para poder dedicar más tiempo a mi trabajo El taller de las palabras ya que tengo los días bastante ocupados. Intento dedicar el mayor tiempo posible a jugar, pintar o escribir con Miquel. Es maravilloso ser testigo de cómo va descubriendo el mundo, cómo expresa sus dudas y cómo adquiere nuevos conocimientos. A veces, me sorprenden sus preguntas para las cuales no siempre tengo una respuesta definitiva.

Dos tardes a la semana, Miquel come y está con mis padres para que yo pueda ir al gimnasio. Solo hace dos meses que voy pero creo que ha sido un cambio muy positivo. Empezando por el hecho de que voy yo sola en autobús, acostumbro a hacer piscina o máquinas dos horas. Después me regalo una horita en la cafetería para merendar y escribir o trabajar. Si, he de irme de casa para concentrarme, casi siempre. Vuelvo a casa en autobús sobre las siete y media u ocho de la tarde. Puede que esto parezca algo insignificante pero desde que nació Miquel no había hecho casi nada sola (para ir a los caballos dependía de mi padre) y creo que me hacía falta.. Además de sentirme mucho mejor físicamente.

La soledad tiene muy mala prensa pero, en ocasiones, puede resultar satisfactoria y gratificante siempre y cuando sea buscada y rodeada de una vida afectiva en activo. No me puedo quejar de mi círculo social hoy en día pero, a veces, resurgen los complejos olvidados de la infancia. La amistad siempre me ha parecido más complicada que el amor. En el amor juegan a tu favor la química, el deseo, la complicidad... En la amistad debes dar más libertad, evidentemente, sin que ésta parezca desinterés. Y todos estamos demasiado ocupados para tomar un café con  un desconocido y descubrir un amigo. En fin, divagaciones producidas por la calor.

¡Feliz  verano!