martes, 18 de febrero de 2014

¡Mamá, así te curarás!

Eso me dice Miquel dándome un besito y yo me quedo estupefacta ¿curarme de qué? Este año ya hemos superado la avalancha de virus... Pero Miquel no me contesta y señala mis piernas. Esto me lo hizo alguna vez durante el curso pasado y este año más frecuentemente.

Este año ya no paso  tanto tiempo en su clase ya que quitaron el acompañamiento paterno  de la fruta. Estoy en su clase, como cualquier otro padre, unos minutos por la mañana al dejarlo y a la tarde. Con su tutora hay buena relación y hablamos con frecuencia pero brevemente.  En la última charla me comentó que mi silla de ruedas fue el centro del debate en clase al afirmar Miquel que su mamá volaba (ya hablaremos otro día de la imaginación de este chico). La conclusión del debate fue que yo no volaba ¡Menos mal!.

Yo no aproveché la ocasión para comentarle  la preocupación de Miquel por mi curación pero creo que se lo comentaré. No estoy diciendo que en el colegio le fomenten ideas erróneas pero mejor aclarar las cosas. Miquel siempre ha confiado en mí, siempre me ha creído capaz de resolver sus problemas por que así lo he hecho la gran mayoría de las veces. A veces esta confianza ciega me complica la vida, por ejemplo, cuando Miquel se sube en un muro alto, pretende saltar y que yo lo coja.... Pero, en general, es muy positivo que sepa que puede confiar en mamá y que ésta lo ayudará en lo que pueda. Sabe muy bien que necesito el andador  o la silla pero esto se ha dado con total naturalidad. Mamá hace las cosas de manera diferente pero las hace y continuamente me pide participación en sus juegos o ayuda. Incluso a veces sospecho que me pide ayuda en cosas que ya sabe hacer solito pero es mejor cuando se lo hace la mamá...

Pero es evidentemente que la sociedad debe infiltrarse en este binomio con sus juicios de valor. Sé que cuando un niño  pregunta por qué una persona tiene una característica diferente lo más fácil es decir "está malito" o algo  parecido sin mala intención o con la intención de zanjar el tema que nos incomoda. Pero creo que deberíamos esforzarnos  como padres en aprovechar esta pregunta para enseñarle al niño  respeto por la diferencia y empatía. "Esta persona no puede andar y por eso utiliza la silla de ruedas" por ejemplo. Así te ciñes a la verdad y no mientes al niño. Por que calificar a una persona con discapacidad de enfermo es mentir, es falso y erróneo. ¿Por qué? A parte de otras razones, a nivel infantil, la enfermedad se entiende como un periodo corto en el que  te encuentras mal y que se resuelve tomando medicina. Esa idea no coincide demasiado con la  de discapacidad por paralisi cerebral ¿verdad?

Por tanto, digamos la verdad. Vale, quizás la respuesta "por culpa de un error de un médico capullo la mamá de Miquel tiene parálisis cerebral" no sea la más indicada para un niño pequeño. Yo soy la primera interesada en no mermar aun más la confianza infantil en los médicos (aunque Miquel ya ha tenido su ración de cagada médica). Quizás baste con decir "La mamá de Miquel tiene una discapacidad y por eso hace las cosas de forma diferente" Valee! Aquí unos cuantos se me van a echar encima ¿discapacidad? discapacidad ya no es un término políticamente correcto (aunque yo lo prefiero mil veces antes de "inválido"). Ahora somos Personas con Diversidad Funcional (PDF) ¡Conforme! Mientras que un niño no me venga a decir que su madre me ha descargado del ordenador... Bueno, el caso es que pille la idea de que una persona que va en silla de ruedas, con muletas o utiliza el lenguaje de signos es una persona perfectamente válida y competente aunque haga las cosas de manera diferente (lentamente, con ayuda...) y se le tiene que dar el mismo trato que a cualquier persona.

Yo estoy enferma cuando cojo un constipado, una gastritis, tengo un dolor de muelas...  Pero utilizar el andador o la silla de ruedas es para mí como coger el coche. Utilizar una herramienta para realizar mi día a día.